Crónica: “Educación y Género”
Verónica Lizana Muñoz. Doctora en Educación. Magíster en Género y Cultura.
En consecuencia, los actores educativos participan explícita e implícitamente en la organización sociopolítica de las masculinidades y feminidades hegemónicas, cómplices, subordinadas y marginadas (Connell citado en Valdés y Olavarría, 1997), cuyas dinámicas de poder y parámetros normativos se inscriben en doctrinas epistemológicas, teóricas, científicas, ideológicas o religiosas que afirman categórica y unívocamente el sentido cultural y significado literal de saber-ser-mujer y saber-ser-varón (Lamas, 1996). Así lo demuestra Cristeva Cabello en el libro Mayo feminista. La rebelión del patriarcado (2018):
Una activista secundaria me comparte un certificado de convivencia escolar de su colegio de mujeres donde calificaban el comportamiento de las estudiantes. Uno de los criterios de calificación es la “Formación Ética” y uno de sus ítems califica si la estudiante “Valora su calidad de mujer con actitudes femeninas”. La calificación de la profesora fue “GENERALMENTE”, o sea, ella no alcanzaba el ideal que era “SIEMPRE”. Es decir, esta adolescente no cumplía con ese compromiso ético hacia las formas femeninas. (p.24)
- Licenciada en Educación Diferencial. Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación.
- Diplomada en Evaluación y Medición de Aprendizajes. Pontificia Universidad Católica de Chile.
- Magíster en Género y Cultura en América Latina. Universidad de Chile.
- Doctora en Educación. Pontificia Universidad Católica de Chile.